19.3.25

Texto de Sala

Pato Morrison, Museo Sarmiento. //// GATOPERRISMO.//// Acerca de la Transmutación de Estados Psicológicos en la pintura y en los diversos lenguajes. / (Algún ladrido preliminar) / Existe un cierto postulado horizontal (y otro vertical) que establece como punto de partida la división existencial PERRO-GATO. / En el "gatoperrismo", como forma o cosmogonía de ver y entender el mundo, existe de antemano y como premisa básica un péndulo que deviene entre estos dos polos opuestos, y, tal vez, complementarios. Todo ser humano termina siempre envuelto en la dicha o la desdicha de su situación personal a lo largo de toda su pecaminosa biografía terrestre de carácter trágico. Siempre sobre sus cuatro patas. No, teniendo otra opción que la de atravesar la vida entre distintos momentos que se suceden en el mundo cambiante del Paquidhermo, con los diferentes estados anímicos de conciencia mental, que no pueden más que oscilar de lo GATO a lo PERRO, y de lo PERRO a lo GATO. Como seres individuales. Interior (GATO) - exterior (PERRO). / Se podría llegar a mencionar, además, otra dualidad que se desprende de la primer dicotomía y es "lo PAJARO" y "lo COCODRILO", en este caso, es una otra dimensión que separa ambas esferas de forma perpendicular a un centro magnético, el punto donde convergen todos los estados del Elefante, que es la cartografía de esta teoría, de este paradigma. / Tanto el artista como el espectador, cada cual como ser existente y súbditos al significante, no tienen otra posibilidad -esteticamente hablando-, que la que se les presenta y los interfiere frente a la realidad de la obra. / No todo es psíquico, creo. Es inherente a la labor artística petrificar estados pasajeros, por ejemplo, es el caso de aquella pintura que atrapa una situación en un momento determinado, lo captura y lo saca de su interior, del pintor, para exteriorizarlo a los sentidos físicos de este u aquel espectador receptivo. / Pato Morrison. Año 2024. - Museo Sarmiento.

2.3.25

Dibujos 2025. Otoño.

"Verdugo" Tinta y lápiz, año 2025
         
Algunos aficionados de la pintura, sin ningún tipo de experiencia sería en el asunto, no tienen ningún reparo en dilapidar el objeto obra, mediante una observación destructiva que supuestamente está regida por un gusto objetivo. Está obra mía, de mí autoría, como ejemplo nada más se sircunsribe -metodologicamente hablando- en un proceso temporal y atemporal que debe el punto de su finitud a las leyes que describen ya de antemno, el destino final de las pinturas. Y cómo no están estructuradas ni sometidas rigurosamente a la tradición de la firma como convención de la cual se tiene que dudar, el tiempo, y sólo el tiempo puede decidir cuándo una pintura está realmente acabada, más allá de la voluntad caprichosa de quién la pintara. Por lo demás, el hecho accidental de que pudiese haber sido expuesta NO significa nada en absoluto en ese sentido. El arte siempre fué -en última instancia- totalmente independiente de la realidad del sistema y la demanda del plano 🐊 Cocodrilo, pronto a colapsar. Y no hablo de las modificaciones moleculares, de la danza de las partículas, ni de la muerte de los testigos receptores; sino más bien del Mundo Circundante -o Dios- que contempla el objeto, de manera directa, indirecta, y como doy a entender en forma totalmente independiente de que la obra siga existiendo en el azar del plano dudoso de la materia física. Una obra depende de los elementos matericos, quimicos y físicos, y también de un intermediario humano que la pinte; pero es difícil pensar que no tiene su origen Real en el mundo metafísico de las ideas. Por la tanto, como realización individual la obra se muestar agradecida con el pintor, tanto como el pintor con la obra, llegado el caso de que está fuese benéfica para él mismo. Porque puede ser que escaparse de uno mismo, sea otra manera de reconciliación con el propio egoísmo, después de todo hay que sobrevivir a la realidad que creamos, creamos o no. Pero si alguien usará pensar que, para que una obra no se continuara, el autor de la misma tiene que dejar de existir; nos encontramos frente a una grave crisis de valores.                          /Pato Morrison                                                                                                          . 
Tinta china, año 2025. (Costa de Tigre)


                Foto: Plaza Francia. Año 2025.                               
      "Voluta" tinta, acrílico y birome.  Año              2025.                                                                                      
Tinta china, año 2025.

Tinta china, año 2025

  Dos personajes jugando al ajedrez. // Tinta y collage s/papel. Año 2025.

Av. Corrientes . BS.As. año 2025.


 

Boceto realizado con tinta y vino 🍷, en un Bar del centro de Bs. As. // 28 de febrero del 2025.

Textos