Diametralmente opuestos y proporcionalmente inverso, lo Perro y lo Gato coexisten en este mundo, sin contradicciones conflictivas en apariencia. Parece intangible, pero a pesar de todo las frecuencias no dejarán de ser simultáneas apariciones (G-P /co.-pj.) Pienso en tanto que, si bien son descriptas por mi teoría del Perro-Gato como frecuencias no admitidas temporalmente, es porque estos pares de binomios dejaron de actúar como objetos de información no decodificable en la percepción unilateral de mi conciencia y cuando al fin lograban materializar su idea en el mundo cotidiano y "real" de lo concreto, sin salir de la esfera intangible sujetos de la verticalidad maldita, es porque existian sopesando mí consentimiento, sometidos de antemano a la inconsciencia colectiva, en un extravío plural que se repite en el pasado, pero ha Sido en vano como ya he dicho, se deduce porque a distintos intervalos se plasman de forma azarosa en todos los distintos planos que se repiten de la cotidaneidad circundante, y ahí creo que sería foruito hacerse una pregunta. Es acaso propio de alguna forma de expresión su descripción analítica y subjetiva?
Algunos dirán que no, con lo cual existe un deseo de decir en absoluto que sean conceptos innimutables para mí, porque mí observación también puede ser cambiante pese al que el punto de apollo sea estático e inconexo. Sin ir más lejos todos podemos equivocarnos, así es el Camino del Medio; pero la densidad con la que se van presentando ante mí mismo difiere un tanto de la idea teórica impuesta por los condicionamientos del contrxto tanto que mí triste conciencia admitió, no en el sentido que nos imaginábamos, indescriptible frustración, sino tal cual son, y ahora dicen que será necesaria la experiencia empírica en primera persona por ahí para llegar a decifrarlas y entenderlas antes que se ahoguen, se evaporen y se disuelvan en la nada. Entre uno y otro inmundo universo, va quedando como idea visible las huellas defectuosas de la pintura, con las limitaciones propias del oficio y lo que puede hacer el dibrujo por mí en esta dimensión trágica, siempre que pudriera. Y aunque alguna vez intenté dar forma visual a conceptos que conforman todas estas las realidades subjetivas, creo haber hecho lo que pude, pero, como decíamos que este esquema no quiere avanzar de la figura primaria de una rata en este triste nihilismo de la facticidad, es decir, la nada que encadena los instantes de un mundo tan, pero tan incierto, tendré que seguir intentándolo restaurar de a poquito. 🐁
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